Las ventajas de embarcarse en el camino de aprender una nueva lengua son múltiples. Más allá del reto de ser capaces de pensar en idiomas distintos o del motivo más popular, el de hacer nuevos amigos, desarrollarse profesionalmente, poder negociar en otro idioma, hay razones científicamente comprobadas sobre de la variedad de beneficios de esta actividad.
- Mejora la tolerancia y estimula la apertura mental: quienes hablan dos lenguas son capaces de adaptarse más rápidamente a nuevas circunstancias y generalmente muestran mayor flexibilidad cognitiva en estas oportunidades.
- Funciona como una herramienta ideal para tolerar de mejor manera posibles experiencias negativas.
- Mejora la memoria como la atención, y según sostiene la ciencia, estudiar un idioma puede colaborar en el retraso de cinco años o más, la aparición de la demencia en la vejez o incluso, a prevenir ciertas enfermedades mentales como el Alzheimer.
- Perfecciona la capacidad de adaptación, ya que muchos estudios han demostrado que los multilingües son competentes para adaptarse a cada lugar con mayor facilidad, comportándose de forma distinta de acuerdo con la lengua en que la que se esté hablando en cada momento.
- Se resuelven mejor los problemas, sobre todo en el caso de los pequeños estudiantes. Los niños bilingües solucionan de mejor manera aquellas tareas que tengan que ver con la creatividad y resolución de problemas.