En un mundo que cambia minuto a minuto, segundo a segundo, las historias que nos cuentan nuestros padres y abuelos sobre épocas en donde no existían los celulares ni los GPS, parecen experiencias remotas. Esa era la época en la que estudiar una lengua extranjera llevaba años de traducción o de repetición, que requería el traslado a una institución educativa o la visita de un profesor a la empresa.
Actualmente, un servicio educativo actualizado establece metas a cumplir respecto de necesidades puntuales del alumno, entre las que están la comunicación eficiente entre ejecutivos o académicos, o por la asimilación, directamente en la lengua extranjera, de conocimientos que se refieren a temáticas específicas del ámbito profesional: cómo exponer presentaciones efectivas, cómo aprender a negociar en ese idioma, cómo socializar en los diferentes contextos que un empresario o profesional necesita frecuentar.
El alumno-usuario que tiene acceso a un servicio educativo enmarcado en la pedagogía del 2017, “e-learning”, goza de ciertas condiciones de estudio que permiten un aprovechamiento real de la relación tiempo – costo – beneficios.
¿Cómo funciona la educación a distancia? Se trata de un seguimiento minucioso del desempeño del alumno que facilita la adquisición de la lengua y lo estimula a actuar de manera responsable y autónoma. El acceso a tele-conferencia y material en la red Web 2.0, en un horario prefijado permite al alumno utilizar la misma tecnología que en sus tareas habituales. Las herramientas a su alcance actuarán como facilitadoras y el alumno podrá optimizar sus tiempos y su ritmo personal de aprendizaje, utilizando autónomamente la plataforma educativa, que se presentará siempre accesible y amigable, haciendo de ésta una experiencia fructífera y placentera.
